9 de marzo de 2009

Autor: Francisco Raposo

Camino de espuma negra 
El sol me quemaba las pupilas rasgadas por la brisa marina. Todo estaba distinto; la casa, la arena, el mar, todo había cambiado... ¿Cómo era posible?,si sólo estuve dos meses fuera, el tiempo de comprar la autoestima gélida transportada desde la muerte de mis padres.
A pesar de todos los cambios me encontraba bien, estaba agusto, tranquilo...
Tenía la vista posada en la aureola luminosa producida por los neonatos rayos de sol en la superficie marina, cuando escuché una voz melodiosa e inolvidable. Mi tía Clara corría hasta donde yo me encontraba con los brazos abiertos, su rostro desprendía alegría y consuelo. Sus pies produjeron un extraño sonido que me transportó al verano de 1998, cuando la playa en la que estaba se llenaba de familiares correteando por la orilla. Me abrazó y con los ojos inundados de reproches me dijo con dificultad:
_ Por fin has vuelto_ estaba sola, todos habían fallecido en aquel terrible accidente de avión, solo vivíamos nosotros dos.

5 de marzo de 2009

Delirios y mareas

No hace mucho tuve la suerte de asistir a la presentación del segundo poemario de la poetisa y amiga Rosario Troncoso. El Ateneo de Cádiz se llenó de emoción y admiración por las palabras de Javier Ruibal y la misma Rosario Troncoso.
Podéis acceder al blog de Rosario Troncoso aquí.
Saber más de Javier Ruibal aquí.